martes, 9 de abril de 2024

Juan Rivas



Juan Rivas (Puebla, 1987) es licenciado en Lingüística y Literatura Hispánica, maestro en Literatura Mexicana y doctor en Literatura Hispanoamericana por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Como narrador ha publicado el libro de cuentos Impostores con alas (Eterno Femenino Ediciones, 2023); ha participado en El origen perdurable: reunión de historias

maternales (México: BUAP, 2017); en la antología de minificciones de terror Flores que sólo se abren de noche (México: La tinta del silencio, 2021) y en 100 razones para no dormir esta noche (Argentina: Rubín Editorial, 2022), y en Con la música por dentro: El soundtrack de la minificción (México: BUAP, 2023).

Fue ganador en la categoría de cuento del programa “Canasta de escritoras y escritores poblanos” 2023, convocado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, con el libro Desatinos cinéfilos. Ha participado en medios digitales como Katabasis, Revista Fantastique, Interliteraria y la revista electrónica Neotraba, donde tiene una columna de opinión. Conduce también el podcast de reseñas literarias Las páginas tatuadas, disponible en Spotify y YouTube.

 

 

 

El Diablo de Nueva Jersey

 

Sobre el follaje espeso de las copas se eleva otro alarido fatal. Abajo, el chorro de sangre se estampa contra la corteza de un árbol. Cadáveres se apilan con la piel hecha jirones y el rictus final abominable. Los leñadores corren, gritan; disparan sus escopetas, sacuden las linternas.

            Desde un recoveco entre la maleza y el fango, los ojos brillantes de Sasquatch observan. Hocico sangriento, pelaje encrespado, llora. Sólo quiere que lo dejen en paz.

 

 

Hasta la espinilla

 

Tantos anuncios y campañas publicitarias. Imágenes brutales de pies gangrenados, lenguas vesánicas; corazones que colapsaron por la hipertrofia; pulmones hechos una pasa de carbón en cada cajetilla de cigarros. Y todo para qué, si cuando nos colonizaron los alienígenas gigantes, ellos también desarrollaron vicios. Entre otras formas de explotación humana dieron con la de secar cadáveres al sol, envolverlos en sábanas de papel arroz, prenderles fuego desde el cabello (una buena peluca bastaba para encender a los pelones). Se los fumaban hasta la espinilla. Era norma no consumir más allá de esa parte: en todas las galaxias se rechaza con igual asco el humo con olor a patas.

Cómo degustaban los extraterrestres el tronido de nuestros órganos, músculos y huesos deshidratados cuando se achicharraban. Les producía un placer de otra galaxia.

Por mera cuestión de sabor, de buqué, de textura, los no fumadores se volvieron la mercancía más cotizada entre los extraterrestres.

 

 

El valiente

 

En invierno se pasea a temperaturas bajo cero, con la camisa desabotonada para lucir las marcas de numerosas puñaladas. Volvería a recibirlas con el mismo arrojo si de por medio hubiera mujeres como con las que bailó aquella noche.

De madrugada marca el paso, tarareando canciones de salsa, durante sus recorridos por el cementerio. Bailaría con la misma Parca o con cualquier otro esperpento fantasmagórico que se le pusiera en frente, y para reafirmarlo suelta un par de ganchos al aire, seguidos por tres veloces jabs, conforme brinca de un sepulcro a otro.

Prende un cigarro con la llama de los fuegos fatuos. Enciende uno nuevo con la colilla del anterior. Así hasta volver a su tumba, donde se termina la cajetilla con el féretro cerrado.

 

 

Silencio

 

—Y usted, vecino: ¿trajo algo para el viaje?

—Ah, cómo es preguntón mi compadre. Igual que usted: lo comido, lo cogido y lo bailado.

—O sea: no mucho —responde; ríen.

El cementerio vuelve a quedar en silencio.

 

 

Opus Sádicum

 

—Anda, no me enojo. Háblame de tu ex.

 

viernes, 5 de abril de 2024

Braulio Guerra Mendoza

 


Braulio Guerra Mendoza, mejor conocido como “Mago”, estudió Ciencias de la Comunicación. Ha publicado 5 libros enfocados, principalmente, en el contenido juvenil e infantil: (Micro) Intentos para encontrarme, Corazones de estambre, Narraciones ordinarias de criaturas extraordinarias, Compilación de microcuentos del mago, 8 cuentos sobre el espíritu animal. También, es el autor de la comunidad de microcuentos en Instagram y Facebook @historiasmago”.

            Estudió el máster en Escritura Creativa impartida por la Universidad de Salamanca, España. Ha formado parte de los cursos de Literatura Juvenil e Infantil en la Fundación SM, México. Fue becario del Festival Internacional de Escritores de San Miguel de Allende. Ha ganado algunos premios literarios y participado en varias antologías. De igual forma, cuenta con un posgrado en Escritura Creativa, Estilo y Creatividad, por parte de la Universidad Internacional de Valencia, España. En estudios astronómicos, cursó el Grado de Experto Universitario en Astronomía Observacional, otorgado también por la Universidad Internacional de Valencia. Su tiempo libre lo continúa para tomar cursos sobre Astronomía y Literatura, dar talleres de Escritura Creativa y generar actividades de fomento a la lectura con niñas y niños.

 

 

 

Licántropos

 

Al completarse el alunizaje, los astronautas salieron eufóricos de la nave. Brincaban y corrían de un lado a otro, mientras se quitaban los trajes espaciales. Cuando quedaron desnudos, sus cuerpos se metamorfosearon, liberando a su verdadero ser. Los aullidos de alegría resonaron con tal fuerza que se escucharon hasta la Tierra.

 

«Aquí yace el mejor lector»

 

El día que falleció don Augusto Montero, guardián de la biblioteca pública, las letras salieron de sus libros para acompañar a su mejor amigo hasta el cementerio. Marcharon por las calles de la ciudad, cargando con reverencia el féretro en el que iba don Augusto. Las vocales y consonantes estaban tan deprimidas que, sin darse cuenta, formaban en su andar las oraciones más tristes. Al llegar al panteón, depositaron en su tumba al hombre que por años había cuidado de ellas, y se acercaron una por una para darle el último adiós. Como agradecimiento por su cariño, las letras se turnan todos los días para volver al cementerio y regalarle los epitafios más bellos.

 

 

La magia del cien

 

Los seres mágicos se vieron relegados por la deforestación de su bosque encantado. Unicornios, duendes, hadas y centauros se vieron forzados a adaptarse al mundo de los humanos. Desesperados por sobrevivir, su única opción fue venderse a los grandes estudios cinematográficos como objetos de utilería. Ahora, como simples elementos en escena, dan vida a los sueños de aquellos que, paradójicamente, arrasaron con los suyos.

 

 

Carónticos

 

En el aire, los pájaros capturan las almas en el momento en que dejan los cuerpos. Los recién fallecidos son llevados a su lugar de descanso por estas aves. Los pájaros colaboran con los ángeles quienes, con sus grandes alas, trasladan el espíritu de los bienaventurados hacia los cielos para su descanso eterno. Por su parte, las aves, a menudo consideradas ángeles fallidos, deben conformarse con descender al inframundo para transportar a aquellos que llevaron vidas más oscuras. Cuando una de ellas se me acerca en el parque, me cuesta no creer que busca algo más que las migas de pan en mis bolsillos.

 

 

Vanidad

Dispuesto a cualquier cosa con tal de ser eternamente bella, entabló una relación con un vampiro. Desde hace varios siglos, ruega por volver a contemplar su rostro en el espejo.

martes, 2 de abril de 2024

Leonel Alí Zanotelli


Leonel Alí Zanotelli nació en Nezahualcóyotl, Estado de México. Es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas y maestro en Letras Españolas, ambos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente, imparte clases de Literatura y Comunicación en el Colegio de Bachilleres. Es autor del libro de minificciones Chácharamor (LibrObjeto Editorial, 2023). Algunas de sus minificciones son parte de antologías nacionales. Es creador del canal de YouTube #YoLeo.

 

Contacto:

Facebook: Leonel Alí Zanotelli Correa.

Instagram: @l_a_z_c

X (antes Twitter): @l_a_z_c

Correo electrónico: zanotellicorrea@gmail.com

 

 

 

Sirena

 

Abro los ojos y veo a alguien hincado a mi lado, quien al percatarse de que abrí los ojos, aproxima su cara a la mía y me dice:

—No te muevas. Todo va a salir bien… ¿Escuchas la sirena? Ya viene…

Cómo quisiera decirle que una sirena fue quien me dejó así de herido.

 

 

Chácharamor

 

Buscar amor, en ocasiones, equivale a chacharear: en lo abandonado, perdido, robado o rechazado por alguien más, cabe la posibilidad de encontrar algo valioso y trascendente para uno.

 

 

Patas de araña

 

Aarón llegó a la fiesta que organicé en mi casa.

—¿Y Paty? —le pregunté.

—No vino… porque terminamos.

—¿Y eso? ¿Qué pasó?

—No le gustaron mis patas de araña.

—Se me hace algo exagerado cortar por esa razón. Y más considerando que podían enviarse cartas o simples mensajitos por correo electrónico, WhatsApp, Messenger o cualquier otra vía digital.

—No, no me estás entendiendo.

—Pues explícame entonces —le dije empujándolo en son de broma.

—Paty me cortó en el instante en el que, estando solos en su cuarto y movidos por la pasión, me quité los pantalones y vio esto…

Aarón tomó con índices y pulgares su pantalón a la altura de las rodillas y lo alzó unos quince o veinte centímetros. Lo que vi todavía me provoca pesadillas, a pesar de que han pasado más de trece años de ese suceso.

 

 

Acrósticos

 

Ella recibía con vehemencia cada uno de los poemas que él le escribía, esperando que al fin le escribiera “Te amo” en alguno de los versos, cosa que nunca ocurrió, por lo que ella decidió terminar la relación.

Tiempo después, él reunió todos los poemas y los publicó con el título de Acrósticos.

 

 

Best Sellers

 

Derivado de su celotipia, creó mil y una historias en donde su pareja tenía amoríos con medio mundo.

Sus historias eran tan buenas, que un día las escribió y se volvieron un Best Sellers.

A pesar de todo, nunca aceptó que sus historias fueran ficción.